Este curso se basa en ejercicios que permitan al alumno entender de forma practica la construcción de un cuadro a partir de la grisalla, es decir el máximo aprovechamiento de una paleta corta, que genere un trabajo fluido, preciso y controlado en el desarrollo de un lenguaje pictórico figurativo.

El trabajo con paletas cortas desde 1 a 5 colores era la base del trabajo de los antiguos maestros, mucho del realismo y la perfección en el detalle al que llegaban no era el resultado de un simple talento innato sino del trabajo y el proceso que existía en los talleres de esa época, que permitía economizar no solo en recursos, sino también en esfuerzo y dar el mejor resultado posible.

El proceso pictórico de las técnicas antiguas se puede ajustar a los materiales modernos permitiendo que los alumnos puedan tener un mínimo de calidad que puede ser muy superior a lo que pueden lograr personas sin ese tipo de entrenamiento y que aún con talento solo pintan de forma autodidacta, ya que genera una sinergia en el trabajo que permite que cada etapa del trabajo se comprenda y domine de forma que se pueda obtener un resultado más acertado para los fines que cada alumno busca.

Hay que recordar que la técnica no lo es todo en la pintura, pero el aprehender una de forma adecuada permite que el artista no tenga que preocuparse por aspectos técnicos y pueda preocuparse por desarrollar su lenguaje pictórico propio con mayor libertad.

El trabajo con paleta corta está planeado para poder permitir que el alumno juegue con la construcción de atmosferas, formas y composiciones de manera lúdica de modo que no solo aprenda, sino que su creatividad encuentre maneras de verse reflejada en un lienzo.